El próximo sábado 23 de abril (este año en plena Semana Santa) es la fiesta de San Jorge, y hoy os explicaremos los orígenes de este magnífico día, que no sólo es celebrado en los Países Catalanes, sino en todo el mundo, a cada lugar con su matiz y costumbres.
Los países que celebran el Día de San Jorge son Inglaterra, Portugal, Chipre, Grecia, Georgia, Serbia, Bulgaria, Romania, Bosnia y Herzegovina, la República de Macedonia y Palestina. Las ciudades son Moscú, Génova, Liubliana, Beirut, Qormi y Victoria (Malta) y otras muchas. También se celebra en los antiguos reinos y condados de la Corona de Aragón, en España - Aragón, Cataluña, Valencia e Islas Baleares.
La fiesta de San Jorge es de las más importantes en Inglaterra, así como a otras regiones. En Cataluña se llama la Diada de Sant Jordi y es la segunda fiesta Nacional; es tradición regalar un libro o una rosa a los seres amados.
Pero, de donde proviene la leyenda?
“Explica la leyenda escrita, que en tierras de Capadocia, aunque popularmente cada región se adapta a la leyenda para ubicarla en su población, había un dragón que atacaba a diestro y siniestro al reino. El pueblo decidió que, para evitar los ataques, entregarían dos corderos cada día para ser devorados por el dragón y, así, evitar que este atacara la villa para satisfacer su hambre.
Un día, pero, los corderos empezaban a escasear y se acordó que enviarían una persona y un cordero, con lo cual cada día se hacía un sorteo y se enviaba a esta persona a la cueva del dragón. Un día, en el sorteo, salió el nombre de la princesa. En este momento, el rey ofreció riquezas a la familia de aquel que ocupara su lugar, pero el pueblo se negó y le reprochó que ya muchos se habían quedado sin familiares y que el rey no tenía por qué ser la excepción. Así, sin ninguna alternativa, la princesa fue andando hasta la madriguera del dragón cuando a medio camino se encontró con San Jorge que, al escuchar su situación, se ofreció a rescatarla y mató el Dragón clavándole la espada en el corazón. De la sangre que fluyó nació un rosal.
A San Jorge, el rey le ofreció riquezas, pero él las rechazó y pidió que se las repartiera el pueblo. También construyó una iglesia en su nombre, de la cual brotaba agua milagrosa que curaba a los enfermos.”
En los Países Catalanes, la Diadad de Sant Jordi es una de las fiestas más importantes del año, y también de las más antiguas. En Cataluña, se propuso convertir esta fecha en fiesta de precepto por primera vez el 1436, cuando se formuló la propuesta a las cortes de la Generalitat de Cataluña. La propuesta se haría efectiva el 1456. Tradicionalmente y desde el siglo XV, en Cataluña la Diada de Sant Jordi es el día de los enamorados, y es costumbre que las parejas se regalen una rosa roja "como la sangre".
En los tiempos modernos, el intercambio de libros es también habitual. Las rosas se han asociado con el día de hoy desde la época medieval, pero la entrega de libros es una tradición más reciente, originaria del 1923, cuando un librero barcelonés empezó a promover la fiesta como una manera de conmemorar la muerte casi simultánea de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, el 23 de abril de 1616. Una curiosidad es que, realmente, no murieron el mismo día, puesto que en Inglaterra todavía se usaba el calendario Juliano y el Reino de España ya había adoptado el actual calendario Gregoriano. Aún así, el 1995, la UNESCO declaró este día como Día Internacional del Libro.
La fiesta tiene un aire reivindicativo de la cultura catalana y muchos balcones se engalanan con la “senyera”. En todo Barcelona, así como en todos los pueblos y ciudades de Cataluña, se venden libros y rosas, pero es a La Rambla, y en todos los cascos históricos de ciudades y pueblos, donde el acontecimiento llega a su máxima expresión. A las paradas habituales de La Rambla se añaden de temporales. Es tradicional promover la venta de libros con firmas de los autores y haciendo un descuento al precio de venta. Las librerías cercanas en Plaza Cataluña están atestadas y abren incluso si se domingo. También hay lecturas de poemas o de fragmentos de libros y los teatros y salas de espectáculos hacen promociones especiales. El 2010 se estima que se vendieron seis millones de rosas en Cataluña, el 40% de las vendidas todo el año. Hay paradas con reivindicaciones políticas, para ayudar a organizaciones humanitarias, para recaudar fondos para escuelas o simplemente para conseguir algún dinero extra. Los medios de comunicación hacen retransmisiones en directo desde los puntos más emblemáticos. Pero sobre todo hay que destacar el ambiente festivo que genera la fiesta. Se realizan Juegos Florales en las escuelas, actividades en las bibliotecas y conciertos en las calles que se añaden a la ajetreada agenda cultural de la ciudad condal.